¿Qué son los helomas?

21 Nov 2022

Los helomas, también conocidos como ojo de gallo en el pie o «callo», son lesiones hiperqueratósicas, redondas, que crecen hacia dentro y están cubiertas de callosidad.

Aparecen cuando un área del pie recibe una presión excesiva por parte del hueso y del calzado. Nuestros podólogos en Madrid se centran en resolver estos problemas a la perfección y te explicamos en qué consiste.

¿Cuáles son las causas de la aparición de los helomas?

Las principales causas de que se produzcan callos son:

  • Mala pisada al caminar: Mientras andamos, nuestros pies soportan todo el peso corporal, por ello es importante tener una buena pisada que evite lesiones.
  • Calzado inadecuado: Evitar zapatos estrechos, que no se ajusten al pie, materiales inadecuados, etc. El pie debe sentirse cómodo y seguro al caminar. Además, utilizar calcetines es fundamental para proteger la piel del calzado.
  • Falta de hidratación: La piel necesita hidratación con cremas especificas al menos una vez al día. Ayuda a prevenir problemas como los helomas. 
  • Posición de los dedos: Los pies con los dedos en garra o martillo son más propensos a sufrir una mala pisada, provocando deformaciones en el pie.
  • Hiperhidrosis: Sufrir de sudoración en el pie puede ser una causa de la aparición de callos.
  • Otras patologías: Deformación en la estructura del hueso, juanetes, alteraciones biomecánicas, etc.

Síntomas de los helomas

Al sufrir ojo de gallo o callo, el pie sufre generando un fuerte dolor al apoyar la planta del pie sobre la superficie, haciendo difícil el caminar.

Esa incomodidad al andar o al ponerse un calzado es como consecuencia de la aparición de la hiperqueratosis local.

Algunos de lo síntomas de sufrir ojo de gallo son lo siguientes:

  • Son dolorosos y molestos al apoyar el pie
  • La forma del callo es redonda y con coloración oscura
  • Está cubierto de durezas amarillentas

La mayoría de las personas confunden los helomas con las durezas. La diferencia es mínima. Los helomas se forma hacia capas internas del pie, mientras que las durezas no.

Tipos de helomas

Dependiendo de la zona del pie donde aparezcan los callos, existen varios tipos de helomas. 

  • Heloma plantar: Ubicado en la planta del pie. Es el más común y produce dolor al caminar.
  • Heloma dorsal: Ubicado en la parte superior de los dedos. Muy común en personas que tienen dedos en forma de garra o martillo, puesto que los dedos rozan con la parte superior del calzado.
  • Heloma interdigital (ojo de gallo): Ubicado en la mayoría de casos entre el cuarto y el quinto dedo del pie. Aparece como consecuencia del roce de los huesos de los dedos. Es un heloma complicado de aliviar debido a su posición.
  • Heloma de fondo de saco: También suelen producirse entre el cuarto y el quinto dedo del pie, aunque en la parte blanda. Es muy molesto puesto que la sudoración en esa zona es latente y su cura es más complicada.

Tratamiento para los helomas 

Dependiendo del heloma a tratar, el podólogo será la persona encargada de determinar qué tratamiento emplear para curar el heloma.

Por ello, te recomendamos que, si sufres algún síntoma, o tienes incomodidades en el pie, acudas a un profesional cuanto antes para poder resolver el problema.

Uno de los tratamientos más frecuentes que utilizamos es la quiropodia. La quiropodia consiste en la eliminación de callosidades y alteraciones en las uñas de los pies.

Se dirige por un lado a evitar el dolor y por otro a evitar futuras lesiones o enfermedades dermatológicas como pueden ser hongos o papilomas.


¿Cómo prevenir la aparición de un heloma plantar?

La mejor manera de prevenir la aparición y posibles complicaciones del heloma plantar es visitando de forma regular al podólogo. Es un profesional encargado de mantener la salud de tus pies. 

Otras formas de prevenir un heloma plantar son las siguientes:

  • Uso correcto de calzado cómodo y que se ajuste bien a la forma del pie
  • Hidratar diariamente el pie para evitar posibles lesiones en la piel
  • No utilizar callicidas ni apósitos hidrocoloides
  • Mantener una buena higiene del pie para proteger la piel de posibles infecciones
  • Secar correctamente entre los dedos de los pies

Estas son algunas de las prevenciones que desde Clínica Sánchez te recomendamos.

Lo más importante sin duda es que acudas con frecuencia a una Clínica de Podología de confianza para que puedan controlar de forma periódica la salud de tus pies.

Clínica Podología

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